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La lucha de América Latina y Bolivia y el papel de los pueblos indígenas frente al covid-19 a más de un año de la pandemia

(APCBolivia).- A más de un año después de reportar su primer caso de covid-19, América Latina sigue siendo uno de los epicentros globales de la pandemia. Si bien en general hay países donde se observa un mayor control el número de contagios y muertes en América Latina y el Caribe sigue aumentando, incluso en países como Chile, donde la vacunación ha estado a la par de las naciones más desarrolladas y el temor a nuevas variantes son la realidad cotidiana en gran parte de la región.

Pero ¿cómo se explica esto? ¿Qué está saliendo mal en América Latina y el Caribe?

El subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en América Latina, Jarbas Barbosa, manifestó en una entrevista para la BBC a mediados de este mes, que Latinoamérica y el Caribe siguen como una región donde la OPS tiene mucha preocupación con la transmisión del Covid-19. “En este más de un año ya tuvimos periodos de mayor control, periodos de nuevas oleadas e incrementos del número de casos y esto es una realidad que va a seguir hasta que se alcance el control de la transmisión. Entonces tenemos una situación que es una especie de mosaico: algunos países con una situación más controlada y otros donde la situación es todavía muy preocupante porque tienen una tendencia más creciente en el número de nuevos contagios y muertes”, señaló.

Una mezcla “fatal” de factores

Consultados por BBC Mundo, expertos de la región argumentan que lo que se vive en América Latina es el resultado de una “fatal” mezcla de factores, en los que toman parte desacertadas estrategias de afrontamiento como en el caso de Brasil y la aparición de nuevas cepas cada vez mas letales.

Más allá de las muertes y las consecuencias económicas, la pandemia también dejará profundas cicatrices sociales en la región, coinciden los expertos. Muchos niños han perdido un año de escuela y muchas familias han perdido sus ahorros. Hay una alta proporción de la clase media baja que cayó en la pobreza.

Tras una estrepitosa caída económica de 7,7%, el Banco Mundial pronostica que un crecimiento promedio en la región de 4,4% este año. Una tasa que su Vicepresidente para América Latina y el Caribe califica como “positiva y superior” a la que suele tener.

“Pero habrá incertidumbre. Todavía la pandemia continúa, no ha acabado, y sabemos que el acceso a las vacunas es parcial. Algunos tienen más, otros tienen menos”, agregó. “Realmente el acceso masivo a las vacunas no creo que se dé hasta el último trimestre de este año o incluso hasta 2022. Sólo entonces se comenzará a vislumbrar el fin de la pandemia en la región más desigual del planeta.”

En este contexto los Pueblos Indígenas han enfrentado múltiples retos desde sus diversas realidades. Las olas subsecuentes de contagios en algunas regiones Indígenas ha sido peor que la primera en términos de número de muertes y mientras aún no se termina de contabilizar lo ocurrido este primer año, otros temas se añaden a la lista de importancia para entender el curso de la pandemia: nuevas variantes de Covid-19, reinfecciones, inmunidad, vacunas y datos en torno al SARS-Cov-2.

Estrategias comunitarias exitosas ante el Covid-19

Ante la pandemia muchas comunidades Indígenas han mostrado su capacidad de resiliencia y aplicado diferentes medidas para asegurar la salud de su población. En varios pueblos Indígenas las comunidades decidieron tomar diversas acciones como cerrar sus fronteras, establecer filtros sanitarios, cancelar fiestas y eventos masivos, y establecer uso obligatorio de cubrebocas para evitar que el virus entrara a sus territorios, lo cual logró, por ejemplo, que a mas de un año de la pandemia 82 comunidades del Estado de Oaxaca en México, se encuentren libres de casos confirmados de Covid-19.

Es Importante mencionar que dichas comunidades son en su mayoría Indígenas, regidas por formas colectivas de gobierno. Así mismo, casos como el de la comunidad Kuikuro en Xingu, Mato Grosso, Brasil, lograron mortalidad cero en la comunidad después de improvisar un hospital en su territorio y contratar personal médico para atender a los contagiados por Covid-19.  A ello se suma la organización comunitaria, la solidaridad interna y el uso sistemático de hiervas y medicina tradicional indígena que en muchos lugares han jugado un papel fundamental.

Estos éxitos que surgen cuando los Pueblos Indígenas tienen autonomía, demuestran que las catástrofes que han ocurrido en Pueblos Indígenas en muchas partes del mundo a lo largo de la pandemia no son inevitables, son en cambio producto de estructuras de marginación, como son quitarle poder de autodeterminación a muchos Pueblos y dejar al Estado como único tomador de decisiones, muchas veces sin el consentimiento ni involucramiento de Pueblos Indígenas. Los Pueblos son capaces de identificar y creativamente desarrollar respuestas y soluciones, basadas en sus valores, en sus propios sistemas de organización y que han llevado a salvar vidas.

En este sentido, en Bolivia la medicina ancestral ha sido una de las armas más poderosas de los Pueblos Indígenas para enfrentar el virus. “Nosotros como Pacto de Unidad, como todas las organizaciones sociales, estamos confiamos y creemos fielmente en nuestra medicina tradicional, la que nos fortalece mucho más que los medicamentos transgénicos. Por eso, decimos que hoy en día nuestros afiliados que son del área rural son más fuertes, porque se protegen con estos conocimientos ancestrales. Estamos muy agradecidos con el presidente Luis Arce, y la forma en que está haciendo llegar las vacunas a nuestras comunidades, pero pedimos a nuestro hermano Gobierno que reponga el Viceministerio de Medicina Tradicional. Ésa es nuestra petición, manifestó, Ever Rojas Alvarado, ejecutivo de la Confederación Sindical de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB).

Acceso a las vacunas

Tras enfrentar una brutal tercera ola que inició en el mes de mayo los casos en el territorio boliviano comenzaron a descender. Este declive de contagios, que según manifestó el Gobierno comenzó a inicios de julio, se ha notado en la reducción de demanda médica en hospitales y de unidades de terapia intensiva mientras que el proceso de vacunación avanza con la ampliación de la inmunización a mayores de 18 años.

En la vacunación que comenzó a fines de enero con los médicos en primera línea contra la Covid-19, enfermos crónicos y ancianos se aplicaron 2.024.454 primeras dosis y 738.540 en la segunda que incluyen vacunas del tipo Sinopharm, Sputnik V, AstraZeneca y Pfizer. (Fuente: Sedes).

Rómulo Limache, Mallku de la Comisión de Tierra y Territorio del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ-BOLIVIA), manifestó que existe un avance en la lucha contra la pandemia, especialmente en el tema de la vacunación en tierras altas que “pese a las dificultades haciendo un análisis con los Jilliris de los distintos Suyus estamos viendo que el avance se está realizando con normalidad, cumpliendo las fechas establecidas de acuerdo a las edades. También vemos que hay la necesidad de que autoridades originarias puedan estar en primera línea”.

Por su parte, Adalid Carvajal Miranda, Primer Secretario de la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales Originarias de Bolivia, explicó la difícil transición que han vivido los Pueblos Indígenas, Originarios y Campesinos de Bolivia de la mano de la pandemia.

“Nos tocó vivir momentos difíciles a Bolivia y al mundo entero con este tema de la pandemia que ha venido afectando la economía de distintos países de Latinoamérica y el mundo. Pero en Bolivia hemos sufrido, porque justo en el momento en el que inicia la propagación del virus, hay un gobierno de golpe, donde nos guardan, donde se nos detiene incluso a muchas personas a título de guardar el tema de la cuarentena. Nos ponen en cuarentenas rígidas donde no tenemos como movilizarnos. La mayoría del pueblo boliviano considero que vive del día y nosotros como pueblos indígenas originarios campesinos no podemos estar en el tema de cuarentenas. Tenemos la responsabilidad de seguir cuidándonos de utilizar el barbijo, de utilizar alcohol de ser conscientes y no aglutinarnos en grandes concentraciones, pero en los tiempos de golpe no concientizaron a la gente. Nos mentían en el tema de oxígeno, nos mentían incluso en el tema de las pruebas antígeno nasal y otras cosas. Entonces, recién una vez que se llega a recuperar la democracia, a la cabeza del hermano Luis arce, los movimientos sociales bajamos a nuestras regionales a nuestras centrales y comunidades a inculcar e inducir a que nuestros hermanos de base sean los más responsables de cuidarse, hasta con las medicinas tradicionales que hay en su región, que se cuiden y que podamos apoyar a nuestro gobierno. Cuidándonos es la mejor forma de apoyar eso hemos venido impartiendo. Con la llegada de las vacunas se ve un avance en los pueblos, las ciudades intermedias y en las ciudades capitales, así como y también se ve en los municipios pequeños. Nuestra gente está empezando a tomar conciencia y sabe de la gravedad que representa el tema de esta pandemia”, expresó.

No obstante, el acceso a vacunas va a avanzando en territorio boliviano hay sectores que enfrentan una situación más compleja ya sea debido a las distancias, o al clima que afecta la meticulosa cadena de frío con que deben trasladarse las vacunas.

Da cuenta de esta situación el Secretario de Salud y Deporte de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), José Miguel Pinto. “¡Sí hemos controlado la pandemia!, pero con nuestra medicina tradicional, porque si hablamos de las vacunas a nosotros los pueblos indígenas de este sector aun no nos han llegado en su cabalidad. Puede ser que no estén llegando por el tema de la cadena de frío que requieren o porque también son pocas vacunas que llegan. San Ignacio tiene 50 mil habitantes, han llegado 30 mil vacunas y los 20 mil que somos indígenas todavía no hemos podido aprovecharlas”, declaró.

En otro orden de ideas, la ejecutiva de la Federación Departamental de Mujeres Bartolina Sisa Cochabamba, Isabel Domínguez, comentó que cuando inició la pandemia no creyó en su existencia dado que coincidió con el golpe de estado que se llevó a cabo en los meses previos. “Pero nos dimos cuenta muy pronto que existe el Covid-19 y que ha afectado no solo a nivel departamental, ni nacional, sino a nivel mundial y para eso tenemos una medicina más sana y todas las hiervas naturales que nos han ayudado a cuidar los pulmones algunas personas han sanado con medicamentos naturales. En Bolivia tenemos montón de medicina natural y los hermanos naturistas saben ya preparar para todas las enfermedades.

Las condiciones han mejorado desde que inició la pandemia, aunque la enfermedad sigue y no tenemos que dejar de cuidarnos. Ahora tenemos acceso a centros de salud, pero cuando pasó el golpe de estado a nombre de del coronavirus han sacado préstamos de otros países, pero lamentablemente esa plata ha ido a las autoridades de ese tiempo, ahora el Gobierno actual está trabajando para hacer llegar las vacunas a las comunidades y mientras tanto tenemos que complementar la medicina tradicional con la occidental”, afirmó.

 

Agencia Plurinacional de Comunicación
Paula Pacheco S.

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