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“Es con él” (Fernando López) o la “receta Bolsonaro”

El gobierno de “transición” (y estados unidos que es la mano que mece la cuna) han optado por la polarización, el autoritarismo y la violencia. todos los pasos y movimientos de ficha se entienden bajo esa triple lógica. repasemos: el gobierno de áñez llegó como “transitorio” con una única misión: convocar elecciones. ¿objetivo? en la lógica del “pasanaku” transpasar vía urnas el poder a mesa en una segunda vuelta donde el ex presidente agruparía de nuevo el famoso “voto útil” del antimasismo.

En la mitad del camino y habiendo saboreado y experimentado la erótica del poder, el plan cambió. “es con ella”, decía el telegrama urgente de tres palabras llegado desde el norte. pero algo no encajaba. si bien el perfil suave, amable, maternal y “light” de áñez era funcional al comienzo de la “transición” para lograr agrupar ese voto útil de la derecha, más tarde con la llegada de la pandemia (y la corrupción) todo cambió.

Los “talibanes” del oficialismo recordaron entonces esa triple receta para el éxito, sazonada por la mano que mece la cocina. el plan b -autoritario- estaba en marcha. estados unidos necesita un “bolsonaro” para bolivia: la fórmula brasileña resultó para tumbar a un gigante llamado lula vía “law fare” (plan que no se descarta tampoco en nuestro país a través del “partido de la justicia”).

La llegada de marinkovic al gabinete de áñez es parte de esa estrategia de confrontación, de esa opción por la mano pura y dura. el perfil de mesa queda en el olvido ya. y la sonrisa de monalisa de la presidenta (que ni siente ni padece), también. el surgimiento “repentino y espontáneo” de la figura pública de fernando lópez en política ha sido todo menos espontáneo y repentino. cada paso dado ha sido parte de un mismo plan: la construcción de un perfil necesitado/determinado “ad hoc” las circustancias particulares.

El paceño nacido a la vida empresarial en santa cruz atesora/acapara todas esas características pedidas por “delivery” desde afuera. él es el “bolsonaro” a la boliviana, dejen de buscar/fabricar. el auténtico y la copia son gemelos casi idénticos.

Ambos tienen un pasado militar. el paulista (nacido a la política en rio de janeiro) jair messias es un militar retirado y hace apología constante de la dictadura brasileña de los años sesenta y setenta. fernando lópez julio –de familia de militares- se retiró como teniente y egresó en la argentina como subteniente de caballería, especialidad paracaidista (toda una metáfora de su futuro). también pasó, como instructor militar, por la escuela de cóndores satinadores en sanandita.

Bolsonaro cambió hasta siete veces de partido político antes de presentarse como “apolítico” para aglutinar el voto anti-petista (anti lula) en brasil. su símbolo “partidario” fue –con un hábil campaña de marketing- la bandera brasileña, dejada en manos de la derecha por un error de la izquierda. lópez, con pasado emenerrista en la familia, copia la receta: envuelto en la tricolor (“símbolo” de la “revolución de las pititas”), se presenta como “apolítico”. rojo, amarillo, verde será su lema. y si no te gusta, te conviertes en desaparecido, como en los setenta/sesenta.

López tras dejar en el armario momentáneamente el color caqui sale como licenciado en comunicación de la universidad católica de la paz (otra vez la biblia y el fúsil de la mano) para luego representar a marcas norteamericanas a través de lo aprendido en marketing publicitario/político en “la cato”. durante su vida empresarial en santa cruz se hace amigo de… luis fernando camacho, figura clave del golpe del año pasado.

¿Qué tienen en común más bolsonaro y lópez? su machismo/racismo/xenofobia, sus posiciones duras (con “huevos”, con “pantalones”) de nacionalistas de (ultra)derecha, sus críticas “culturales” a la izquierda, su amor por lo paramilitar, su animadvesión por ecologistas, feministas y por los colectivos de diversidad sexual y por supuesto su arraigado “anticomunismo”.

El fracaso del “diálogo”, la ausencia/incapacidad de ejercer el poder y la percepción de “bala gastada” alrededor de la figura insulsa de áñez han precipitado el plan b (del “bolsonaro” criollo). la presidenta renunciará (la “convencerán” de nuevo) y lópez se pondrá en campaña (sucia, violenta) para agrupar el voto antimasista/útil de la derecha. samuel –el kencherío personificado- se equivoca otra vez. no “es con ella”, será con él. vayan cambiando las gigantografías, muchachada.

Post-scriptum: ¿la llegada de un “banzer” del siglo xxi provocará un aumento del voto para el mas en un escenario hiper polarizado con la violencia “in crescendo”? ¿cómo reaccionarán mesa y camacho, los dos más perjudicados?

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