Marear la perdiz
►Camilo Katari►
En el lenguaje popular se dice “marear la perdiz”, cuando no se trata el aspecto principal de un tema o no se responde puntualmente a una pregunta. Este manejo de la información se está aplicando de manera permanente, desde el mismo Ministerio de Comunicación que se ha convertido en el primer desinformador de la población.
El Ministerio de Comunicación pretende “marear la perdiz” con datos ya conocidos y no tiene capacidad ni voluntad para responder, por ejemplo, del intento de suprimir la libertad de expresión y pensamiento o de explicarnos ¿Por qué se cerraron las radios comunitarias, las radios de los pueblos indígenas, RPOs? cuando vemos hoy su importancia radical en el tema educativo.
“Marear la perdiz”, tiene un sustento teórico en la comunicación, especialmente política y se denomina agenda setting, que es una selección de la información a ser difundida y la manera en que se hará dicha difusión, por ejemplo, en el tema de la intensión de “ser gobierno” de la senadora Copa, el Ministro Murillo previamente ha hecho circular una falsa noticia y luego sobre esa falsa noticia, tomada como verdad, elabora su tesis conspirativa de la presidente del senado.
Desde el gobierno se opera las 24 horas del día con esta técnica, ligada a otras, más amplias que tienen que ver con los públicos, pero no es intensión de estas notas ahondar en estos temas sino su utilización cotidiana.
En el tema de los respiradores, el aspecto central es la corrupción, este aspecto ha pasado a segundo plano, por la avalancha de opiniones respecto a su uso. Del cuestionamiento de la corrupción en la compra, hemos pasado, rápidamente a debatir los aspectos técnicos del aparato comprado.
No es casual que muchos médicos estén prestos a opinar acerca de estos temas técnicos, no son inocentes, justamente son los que “marean la perdiz” de la corrupción, el resultado será “pero sirven, tienen uso”.
Estamos en medio de una dura batalla política, donde nada es inocente ni casual, resulta muy cómico, por ejemplo, escuchar a diputados y diputadas de ‘Juntos’, señalar que “los políticos son los que impulsan los disturbios y la desobediencia a la cuarentena”.
Primer punto, ¿ellos y ellas no son parte de la política? Segundo punto, ¿desde cuándo se ha suprimido el derecho de los y las ciudadanas a participar en la política? Por supuesto que toda protesta es política, la lucha por el pan es política, por lo tanto como derecho está garantizado en la CPE, específicamente en el artículo 26, y en sus aspectos generales en los artículos 14, 21 y 22, quién altere estos derechos se encuentra actuando al margen de la CPE, como el Ministro Murillo.
Todos los nombramientos de autoridades, como se demuestra cada día, se encuentra dentro del ámbito familiar y del “circulo de poder ampliado”, la motivación principal es el ejercicio de la cleptocracia como gestión de gobierno, tema ya comentado en otro artículo.
Para “marear la perdiz” le viene muy bien –al gobierno- las movilizaciones y o pronunciamientos, de las organizaciones sociales o los auto convocados, de esta manera continua, sin pausa, su gestión desmanteladora del Estado.
“Marear la perdiz” y “digo una cosa y hago otra”, son los ejes de trabajo de este núcleo de poder instalado en el Palacio Quemado. Los esfuerzos por darle un contenido político y democrático, se fueron por la borda con la intensión de frenar las elecciones. Si su mandato, señalado por la CPE, es convocar a elecciones y no cumple esté mandato, este gobierno ha dejado de ser legítimo y legal.
Algunos cómplices del asalto al poder, nuevamente reaparecen para acompañar la política de “marear la perdiz”, saben bien que el reclamo de cambiar las proporciones y circunscripciones es pedir, en el fondo, una reforma constitucional, imposible en este escenario y con este gobierno.
Es un planteamiento francamente aventurero y que se inscribe en un escenario para agudizar la protesta y con eso obligar a una salida violenta.
Estos pequeños grupos de autoayuda política, encabezadas por Waldo Albarracín, están jugando con fuego, al pretender suspender las elecciones que el pueblo –y no solo el MAS y otras- ese pueblo en las calles, democrático, lo está demandando.
*Camilo Katari, es escritor e historiador potosino